Turismo, patrimonio cultural y desarrollo económico

Instituto Privado Saint Exupéry D-144
Primer Año Polimodal
Integrantes

Apellido y Nombres                              

 DNI

 

 

Avalos, Matías Alejandro                    

33.317.363

Blanco, Alejandro                                

33.317.202

Buraglia, Ma. Gabriela

33.510.126

Burna, Marlene                                    

33.684.959

Cabrera, Daniel                           

33.510.321

Cabrera, Eugenio                                 

33.684.521

Canale, Lucía                                       

32.895.693

Cappelletti, Hector Daniel                   

33.317.281

Castro, Manuela                                   

33.317.183

Cavallo, Facundo                                 

33.510.214

de Durana, Facundo Benito                 

33.510.125

Demitroff, Ma. Sofía                            

33.804.409

Díaz Vélez, Ma. Victoria                      

33.684.626

Giménez, Fernando Ignacio                 

33.317.493

González  de Sampaio, Mercedes        

33.124.531

Grumberg, Uriel Gustavo                    

33.684.553

Kupervaser, Natalia                             

33.684.531

Lifschitz, Sofía                                     

33.293.833

Montangie, Lisandro                             

33.510.389

Noriega Paoloni, Patricio Emanuel      

33.317.048

Paredes, Eduardo Federico                   

33.317.269

Pastor Cardozo, Pilar                            

33.730.932

Seldes, Daian                                         

33.863.642

Vallilengua, Aixa                                  

33.317.440

Villalba, Natalia Elina                          

33.317.377

 

 

Profesor Asesor

 

García, Juan Fernando                           

20.667.643

 

 


ÍNDICE

Resumen………………………………………………………………………pág.1

Introducción…………………………………………………………………..pág. 2

Problemática…………………………………………………………………..pág. 3

Hipótesis……………………………………………………………………… pág. 3

Objetivos……………………………………………………………………… pág. 3

Ciudad y Patrimonio………………………………………………………….. pág. 4

Orígenes………………………………………………………………………. pág. 5

San Carlos y Saint Exupery…………………………………………………... pág. 7

Saladeros……………………………………………………………………... pág. 12

Vitivinicultura………………………………………………………………... pág. 15

Puerto………………………………………………………………………… pág. 19

Palacio Arruabarrena………………………………………………………… pág. 21

Plaza 25 de mayo…………………………………………………………….. pág. 24

Plaza Urquiza………………………………………………………………… pág. 25

Conclusión……………………………………………………………………. pág.26

Anexo………………………………………………………………………… pág. 27

Bibliografía…………………………………………………………………… pág.28


RESUMEN

Nuestro trabajo trata sobre la incidencia de las problemáticas actuales del turismo en el desarrollo económico de la ciudad de Concordia, y sobre la importancia que tiene el rescate del patrimonio cultural de nuestra comunidad para el desarrollo de la localidad. Por ello: Pensamos que el rescate turístico de nuestro patrimonio cultural es esencial para el desarrollo económico de la comunidad de Concordia.

Las variables que elegimos para desarrollar el trabajo son:

  • Turismo: para ésta variable se utiliza como indicador el análisis de los lugares mas frecuentados por los turistas.
  • Patrimonio: analizando como indicadores las opciones que eligen turistas y pobladores locales y la política cultural.
  • Desarrollo económico: que incidencia tiene el turismo en el desarrollo económico.

Tomamos para esto:

  • Historia-Economía-Cultura: Las zonas de viñedos, Saladeros y Puerto.
  • Paisaje-Historia: El Palacio San Carlos-Saint Exupéry.
  • Arquitectura: Palacio Arruabarrena, Plaza Urquiza, Plaza 25 de Mayo.

 


INTRODUCCIÓN

La presencia de turismo masivo es en realidad un fenómeno relativamente reciente, unido al desarrollo de las carreteras y las comunicaciones aéreas. El crecimiento urbano de los centros históricos- culturales, en las comunidades, fue bastante lento durante la primera mitad del siglo XX. Sin embargo la segunda mitad de siglo se ha caracterizado por un crecimiento acelerado.

Resulta obvio que la recuperación de los centros históricos- culturales ha sido tema de constante debate mucho se ha discutido acerca del destino que debe darse a estos espacios. Los cuales por la presencia masiva que generan, debida a la demanda de mayores servicios, por el uso constante de los monumentos y sus entornos, muchas veces se ven alterados, deteriorados y en ocasiones destruidos.

La conservación del patrimonio cultural de cada pueblo, como testimonio de las culturas que nos antecedieron debe ser una de nuestras prioridades fundamentales, pero para garantizar el cabal cumplimiento de ello, se deben propiciar acciones y programas coordinados entre gobierno y ciudadanos, generando conciencia del carácter no renovable de dicho patrimonio cultural entre los mismos habitantes de ese sitio, debe ser otro de los objetivos.

El turismo representa una alternativa económica importante, no solo porque proporciona ocupación productiva, tanto a los estratos de trabajadores como a una amplia gama de profesionales y técnicos, sino porque las divisas que genera, pueden emplearse para apoyar la conservación y difusión del mismo patrimonio cultural y otras áreas de desarrollo. En este marco, el rescate turístico del patrimonio cultural juega un papel importante. Por su parte el conservar los monumentos arqueológicos, centros históricos, monumentos y arquitectura vernácula representa una importante posibilidad y alternativa para fortalecer nuestra identidad. Ya que es precisamente la valoración de las características especificas y particulares de cada pueblo, lo que lo hace único, esencial para algunos, y atractivo e interesante para otros.

Un patrimonio solo puede ser considerado turístico cuando los visitantes nacionales e internacionales muestran su interés en él. Con la intervención humana, éste se convierte en recurso turístico. Los dos pilares esenciales que constituyen el turismo son: los recursos (que representan la materia prima) y las motivaciones. Para que un recurso sea producto turístico se necesita de un valor, el cual es otorgado, generalmente, por la comunidad. Ésta obtendrá beneficios dentro de un orden en el que se integren los valores culturales en los objetivos sociales y económicos que forman parte de su planificación.

Concordia, a finales del siglo XIX y a principios del siglo pasado tuvo un gran desarrollo económico a través de las viñas, los saladeros, el puerto, la ganadería y un desarrollo cultural por medio del castillo San Carlos y su historia relacionada con Antoine de Saint Exupery.

Nuestro interés al realizar este proyecto radica en el fin de fomentar el turismo y devolverle a Concordia la importancia turística y económica que solía tener, a partir de rescatar nuestro patrimonio cultural (Historia, Arquitectura, Naturaleza, arqueología).

 

 

Por ello hemos optado como problemática:

¿Que importancia tiene el rescate turístico del patrimonio cultural de nuestra comunidad para el desarrollo económico de nuestra localidad?

 

Adoptamos una hipótesis:

El rescate turístico del patrimonio cultural en nuestra comunidad es esencial para el desarrollo económico de nuestra localidad.

 

Objetivos

  • Rescatar nuestro patrimonio cultural (Historia, Arquitectura, Naturaleza, arqueología).

 

  • Fomentar el turismo y darle a Concordia importancia turística para el desarrollo económico.
  • Concientizar a la gente de lo importante y significativo que es el rescate del patrimonio cultural para el crecimiento turístico, económico y cultural de la ciudad.

 

  • Mejorar la situación económica de la ciudad.

 


CIUDAD Y PATRIMONIO

 

El concepto de patrimonio cultural no ha cesado de expandirse durante las últimas décadas. El de la UNESCO es que: “Se consideran patrimonio cultural los monumentos conjunto de construcciones sitios que tengan un valor histórico, estético, arqueológico, científico, etiológico o antropológico. Se considera patrimonio natural las formaciones físicas, biológicas y geológicas extraordinarias, las zonas que tengan un valor excepcional desde el punto de vista de la ciencia de la conservación de belleza natural y los habitats de especies animales y vegetales amenazados.” (1).

Limitando las grandes creaciones, el patrimonio incluye actualmente una significativa calidad de bienes que constituye un conjunto de manifestaciones diversas, complejas e interdependientes asociadas íntimamente a la identidad cultural de la comunidad y a los requerimientos básicos de la planificación urbana y territorial.

Tomado en el sentido de capital que se hereda, el patrimonio aplica una visión totalizante, que reclama la atención de diferentes disciplinas y actores sociales. La importancia de la conservación del patrimonio radica en la información que es posible extraer del mismo, vinculada la historia, los usos y costumbres, las creencias y colores de la comunidad.

La ciudad es un producto de la historia, en el sentido en que se ha desarrollado a través del tiempo. Al considerar la situación actual es posible hallar una serie de huellas de cada periodo, una suma de estratos en los que cada generación sucesiva ha dejado algo de sí. El concepto de “lo urbano” puede considerarse como la interacción entre las  condiciones naturales del sitio, el trazado, el tejido, la arqueología, el patrimonio natural – cultural (espacios verdes), lo simbólico, lo histórico, el imaginario (el patrimonio intangible) y el hombre (vecino de la ciudad).

Se entiende que la planificación a partir y en función de la historia de la ciudad, reconociendo las huellas de cada periodo, expresadas en distintas formas de trazados y tejidos, espacios construidos, espacios libres y diversos tipos edilicios, como elementos que juegan el papel protagónico en la identidad de la ciudad y, por lo tanto, de sus habitantes.


ORÍGENES

Fundación de la villa “La Concordia”

 

            Por no haberse cumplido lo dispuesto por la Legislatura de Entre Ríos, el día 29 de Noviembre de 1831, siendo gobernador delegado Don Toribio Ortiz, y ante los nuevos requerimientos elevados al Gobierno por el Prebístero Mariano José del Castillo, que urgía se concretara el nuevo emplazamiento, el Congreso de la Provincia, dicta una ley el día 6 de Febrero de 1832, por la cual se manda a fundar la Villa “La Concordia” en el lugar elegido.

En el artículo 1º de esta ley, se faculta al gobierno para que permita y tome las providencias precisas para la fundación de una villa de “La Concordia”. Para concretar dicha fundación, en el artículo segundo, se expresa... “deberá formarse un acta con todas las formalidades de estilo para que conste el día en que se dio principio a su fundación...”
El artículo tercero de la ley, establece que se deben delinear en primer término la plaza, las calles y el lugar en el que debe construirse el Templo, como así también la casa de la Justicia. La iglesia-dice el artículo cuarto- se edificará en medio de una de las calles de la plaza con frente al oriente y e el otro costado que mira a su frente , se señalará el sitio que servirá para Comandancia y casa de la Justicia, dándose a cada una la extensión que necesite para edificios y demás usos.

            En su artículo quinto, la ley prevé que el Gobierno, nombrará a  la persona que considere mas apta, para que se encargue del arreglo y cumplimiento de sus disposiciones para el logro de aquella fundación, que se considera importante al engrandecimiento de la provincia y ventajas que puede proporcionar en el futuro a su comercio, como también al Estado.    

 

 

  Fundaciones y Hechos

La ley fundacional de Villa de la Concordia lleva fecha del 29 de noviembre de1831, según el historiador Eric Poenitz  el 21 de noviembre de 1831. Según otros historiadores tiene como fecha de fundación el 6 de febrero de 1832.

           Concordia fue sede del encuentro del ejercito de la triple Alianza y punto de reunión de Bartolomé Mitre y Justo José de Urquiza.

 El 6 de Octubre de 1850 se llevo a cabo una reunión, en Concordia, entre el general justo José de Urquiza y Benjamín Virasoro, para concretar una alianza con Corrientes con el objeto de solucionar problemas que existían entre Rosas y estas provincias.

Conjuración contra el Ejercito del General Justo José de Urquiza el 11 de abril de 1870.

Asonada popular, en los años 1874- 1876.

Movimiento Revolucionario de Tejedor, el 19 de Junio de 1880. 

 

Concordia actual

 Concordia  se encuentra al este de la provincia de Entre Ríos  en la costa del Río Uruguay, es una ciudad que por su población es cabecera del departamento, y la segunda de importancia en la provincia, con un aumento de más del 24% en la última década. La población es de aproximadamente 170.000 habitantes entre la urbana y la rural (menor porcentaje), con una superficie es de 3.683km2.

De temperatura cálida y humedad elevada, Concordia es una ciudad de agrado para los turistas. Los inviernos son suaves y los veranos registran temperaturas elevadas, superiores  a los 26º en Enero. La temperatura media durante el año, es de 20º aproximadamente, predominan los vientos N, NE, y E.

            La citricultura constituye la actividad agropecuaria más importante de este departamento; determinando un gran desarrollo industrial en décadas anteriores y moderado en la actualidad y comercial derivado de producción, con un alto nivel de cantidad yde calidad.

            Las termas, la represa, y el lago Salto grande, el parque Rivadavia, la costanera, y el paisaje del río Uruguay, su Selva en Galería y sus playas hacen de Concordia una ciudad con un patrimonio paisajístico, histórico, arquitectónico y cultural único y con un gran potencial turístico.

Saint Exupéry siempre había recurrido a la literatura para transmitir las impresiones con las que chocó su apasionada vida.

“¡Qué casa extraña! Compacta, maciza, casi una ciudadela. Castillo de leyenda que ofrecía, al trasponer el porche, un refugio tan apacible, tan seguro, tan protegido como un monasterio...”
“Me referiré a una breve escala en alguna parte del mundo. Era cerca de Concordia, en la Argentina (...) Había aterrizado en un campo y no sabía que iba  a vivir un cuento de hadas (...). En un recodo del camino se descubrió, detrás de esos árboles, una casa. Un refugio tan apacible, tan seguro, tan protegido como un monasterio. ”
            Huésped de una familia francesa, los Fuchs Valón. Fueron días de paz y armonía. El encuentro lo reconcilió con nuestro país.

           
En la opinión de muchos autores “El Principito”, no nació en es asteroide B612 sino en un viejo castillo de Concordia, Entre Ríos. En base a un libro de memorias, es posible suponer que la menor de las niñas, Edda, pudo servirle de inspiración para dar vida al personaje “El Principito”.

            Apareció  aventura una hipótesis: “la menor de las hermanas, Edda fue la que inspiró a Exupéry a crear al Principito, hay fotos en la que la niña tiene la misma pose y hasta hay una con una bufanda al viento como el personaje”, concluye.

            Pero no es la única analogía, existen estudios que afirman que la famosa rosa del Principito es, en realidad, su mujer, Consuelo.

            En 1944, a las 8.45 del 31 de julio despegó en una misión de reconocimiento rumbo a Grenoble. Tenía combustible para 6 horas de vuelo. A las 14.15 no había regresado. Y todavía no lo hizo...

Cuadro de texto: Edda Fuchs Valon en 1930 

Varios autores que estudiaron su obra no dudaron en consignar q allí están, las entrañas de El Principito. Las coincidencias entre las aventuras de uno de los personajes más populares en la literatura universal y la aventura de su creador en la ciudad entrerriana de Concordia son asombrosas.

Saint Exupéry llega porque el azar o el destino, así lo deciden.

En Concordia baja buscando una posta para su línea aérea, en el desierto de Sahara. En los dos casos no es su voluntad, sino la casualidad la que dirige sus acciones. En los dos casos, de acuerdo a su descripción, se encuentra en lugares encantados. El castillo de los Fuchs, los fascina a tal punto que los describe como “un lugar donde todo estaba ruinoso, y lo estaba adorablemente, a la manera de un viejo árbol cubierto de musgo al que la edad ha resquebrajado un poco”. El desierto en donde vive El Principito lo atrae con la misma intensidad.

 

 

Las Princesas Argentinas:  Suzanne y Edda Fuchs Valon en 1930

  


La personalidad de Edda y Suzanne Fuchs que lo conmueven hasta convertirlas en personajes de uno de sus libros El Principito. Por eso se puede decir que la cuna de su personaje más entrañable y misterioso,  el que encarnó al “niño grande” que fue Saint Exupéry, nació en la Argentina su segunda patria.

                                                                                                                                                                                                       Las hermanitas que lo rescataron ganaron rápido su afecto e inspiraron al autor de “El Principito” a que escribiera el capitulo V de “tierra de hombres”, que se llama, significativamente, “Oasis”.

Fueron quince meses que le cambiaron la vida. Quince meses en un país que Antoine de Saint Exupéry nunca había imaginado conocer. No fue mucho tiempo. Pero fue suficiente para que el país desconocido le deje marcas indelebles en la memoria.

 

Y allí comienza a declinar la interesante historia de San Carlos. Poco a poco van desapareciendo todos los vestigios de opulencia; robos continuados, derrumbes paulatinos.

Y en 1916, finalmente, hábiles contrabandistas, sustraen todas las maquinarias que aún se conservan en los establecimientos fabriles. Así llegamos a nuestros días, un incendio misterioso, terminó con los últimos vestigios consumibles del palacio San Carlos, el 25 de septiembre de  1938.

SALADEROS

“El saladero grande” o “La Concordia”

 

            Después de fundada la Villa de la Concordia, en 1835 otorgaron el terreno a Dn. Domingo Duarte Manzores para la instalación de un saladero.

            De acuerdo a la Ley de Saladeros, este terreno debía estar fuera de la Villa y constaba originalmente de dos chacras y cinco solares ubicados entre el Río Uruguay y la Cañada de los Ovejeros.

            La sociedad estaba conformada por Dn. Juan Pauser Monteiro, Dn. José Antonio Braje y el nombrado, quienes fundaron este saladero entre 1835 y 1836.

            En 1853 se vendió el saladero al francés Samuel F. Lafone. Tiempo después, el nuevo propietario era Carlos Dickinson y lo continuó su hijo Roberto.

            La comercialización abarcaba rubros como cueros, huesos, cuernos, casi todo para exportación. Giró luego bajo la firma “ Suburu (o Siburu) y Cía”, y posteriormente era “Juan Cinto, Jaime H. Lesca y Suburu”.

            Después de Dn. Hipólito Lesca, el saladero fue propiedad de Dn, Eduardo Nébel, al que sucedió su hijo luego de su fallecimiento.

En la década de 1920, se alquilaron las instalaciones a la recién creada Cooperativa de Ganaderos, quienes se mudaron al tiempo. Los terrenos que ocupaba el saladero fueron loteados y hoy se la conoce a la zona como el barrio Nébel.

Fábrica de carnes enlatadas “La Uruguay”

            En el año 1884 se firmó un convenio en Burdeos, Francia, que daría nacimiento a  la fábrica de carnes enlatadas “La Uruguay”. El francés Adolfo Da Passano y Juan Cinto, establecen las condiciones de este en los siguientes términos:
“1.- Los señores Cinto, Lesca, Suburu y Cía, proporcionarán al señor Da Passano sin remuneración alguna, en su establecimiento Saladero Concordia (Provincia de Entre Ríos, República Argentina): A.- El galpón llamado de velería y jabonería. B.- Parte del galpón de gradería, paralelo a la playa y próximo de la jabonería propio para el colgadero de carne. C.- Una casa y cocina contigua al galpón de velería y jabonería. D.- Todo el terreno que sea necesario para instalar una fábrica de conservas”.

            El contrato tendría una vigencia de tres años, a contar desde su firma, el 13 de Agosto de 1884.

            La fábrica comenzó a funcionar en el mes de diciembre. Al año siguiente ya se habían sucedido algunas huelgas de personal, motivo por el cual la sociedad de franceses otorgó el poder para gerenciar y administrar la fábrica a Don Roberto De Coulon, con fecha 15 de Julio de 1885. Esta sociedad estaba constituida por Don Carlos Adolfo Demachy, Don Frederik Portais y por Don Adolfo Da Passano.

            La fábrica “La Uruguay” llegó a conocer una época de mucha actividad, con casi novecientos obreros trabajando en ella. Para agosto de 1886 las instalaciones de “La Uruguay” habían sido desmanteladas para trasladarlas hacía el norte, al llamado Potrero de Bica”.

A Partir de la sesión que el concejo realizo el día 28-9 de 1886, la denominación de saladero “Uruguay”, se transforma por la de fabrica “San Carlos” y en esa oportunidad el concejo designa al señor Francisco García para que se desempeñe como comisario Municipal, en dicha fabrica.

Saladero “El Naranjal”

 

El día 8 de febrero de 1867 se produjo la compra del potrero llamado “El Naranjal”. La adquirente fue Doña Eloísa Acosta de Bica, esposa de Manuel Bica, y el vendedor el General Manuel Antonio Urdinarrain.

            Después de fallecer Don Manuel Bica, por testamento quedan en poder de “El Naranjal” sus cuatro hijos legítimos: Manuel, Justo, Eloisa y Orfilia. Los hijos varones venden sus partes a Don José Weiseles, quien junto a Don Telesforo Herrán, esposo de Eloísa y apoderado de la menor Orfilia Bica venden, a su vez, a Don Carlos Alberti, en septiembre de 1882.

            Este adquiere el predio con la intención de instalar un saladero. A mediados de 1883 la propiedad fue vendida a Don David O’Connor, apoderado de su hermano Juan, quien sería el nuevo dueño de la finca y su saladero hasta fines de 1888.

            En enero de 1889, el establecimiento fue comprado por Eduardo Demachy, Don Roberto De Coulon, para ser anexado a la fábrica “San Carlos”.

            Un año y medio después el saladero estaba nuevamente en manos de su anterior propietario.

VITIVINICULTURA

Antecedentes

Hasta el siglo XIX los campos entrerrianos tradicionalmente se los destinaba a la producción bovina, equina y ovina.

            A partir de la década del 80 los productores se volcaron a una producción diversificada de cultivos.

            En 1880, durante la Gobernación de Racedo, la Legislatura de Entre Ríos dictó una Ley para fomentar la plantación de viñedos.

La vitivinicultura en Concordia

 

El vasco Don Juan Jáuregui, introductor de la vid en Concordia, tuvo una chacra al Sud, en la zona del Yuquerí Grande, la que vendió el 15 de junio de 1850; más tarde pidió y obtuvo dos chacras contiguas: en la del Norte fabrico ladrillos y en la del Sud planto sarmientos de vid. En 1886 tenia una plantación de mas de 20 años con 8000 plantas.

            Juan Jáuregui trajo de Hasparren, Lapurdi unos sarmientos de los viñedos plantados por su padre y los plantó en su chacra donde pronto llegó a tener media hectárea, fundando los cimientos de la rica industria vitivinícola entrerriana.

            Antes se había experimentado con viñas en Entre Ríos pero en nungún caso llegó a tener la calidad de la cepa Lorda. Esta cepa dio origen a una leyenda que se transmite con algunas variaciones.

            Su ejemplo fue imitado, con posterioridad, por otros concordienses, entre los que se destacaron José Oriol y Gregorio J. Soler quienes construyeron una sociedad. Las primeras viñas de la sociedad Soler-Oriol fueron plantadas el 8 de septiembre de 1884. La plantación se ubico en lo que actualmente se conoce como “Pampa Soler”. Otros nombres relacionados con la vitivinicultura son los de: Anselmo Moulins, Angel Libarona, Daniel San Román y Robinson Hnos.

                        Las bodegas locales llegaron a elaborar hasta mil cascos de vino común de doscientos litros cada uno, lo que no solamente satisfacía la demanda de la ciudad sino que se enviaban vinos para su comercialización en varias localidades de Entre Ríos, Corrientes y Misiones.

            Además del vino común, las principales bodegas producían vinos blancos, rosados y en algunos casos el vino dulce llamado “de postre”.

                       

Los precursores

           

            Se debe a Don José Oriol la iniciativa de plantar en forma intensiva viñas en Concordia usando los sarmientos aclimatados de Don Juan Jáuregui. La cepa Lorda, variedad “ vitis vinifera ” originó una rica y próspera industria que convirtió a Concordia en un importante centro productor de uva vinífera con características propias y rasgos definidos que reflejaron particularidades zonales y regionales.

           

            Durante muchos años la familia Soler-Urquiza continuó con las viñas y producción de vinos.

            La bodega fue construida lindera al casco principal de la estancia “dividida en tres cuerpos, destinados, a las fermentaciones tumultuosas de uno, otro para los vinos del año y el último para encabezamientos, soleras o madres y vinos maduros, con los anexos de una tonelería, carpintería, gabinete para estudios y habitación para escritorio ”.

            También fue Don Gregorio Soler precursor en otros aspectos: en enero de 1895 invitó al Ing. Casaffousth, constructor del Dique San Roque, a que realizara los estudios para construir una represa sobre el río Uruguay en la zona de Salto Grande que proporcionaría fuerza motriz y riego a la zona y en especial a su establecimiento en el que se había propuesto implementar la producción citrícola en gran escala.

“La Industria Entrerriana”

 

           
            En 1888 se registra un acontecimiento muy importante: se funda “La Industria Entrerriana”, una sociedad anónima presidida por don Mariano R. Jurado, e integrada por todos lo que se dedicaban a las tares vitícolas en la zona y en Federación. Esa empresa exploto científicamente la industria del vino y en sus tres clases, tinto, rosado y blanco, obtuvieron medallas de oro y otras menciones en la Exposición de Chicago 1893.

            De la importancia de la explotación es posible darse una idea si se considera que en 1895, existían 5 millones de plantas en plena producción en esta zona distribuidas en algo más de 1000 Ha. Según cifras publicadas por Antonio P. Castro.

             

La decadencia y desaparición de la vid

 

            Varios factores incidieron en la declinación y la producción de vinos entre los que no fueron ajenos los intereses mezquinos. Los productores de Mendoza y San Juan intervinieron directamente en esferas del Gobierno Nacional para poner trabas a todo lo que lesionara sus intereses. Como Concordia era una gran competidora usaron todas sus influencias para lograr sus propósitos. Así fue como aparecieron disposiciones y controles, en algunos casos absurdos, que asfixiaron a los productores. La industria floreciente terminó por desaparecer, a pesar de la labor de muchos años y el tesón de los productores, como por ejemplo la ¨Bodega Robinson¨ que empleaba 1000 personas.

 

 

 

Actuales iniciativas

Tratando de revocar todas esas leyes el Senador Nacional Augusto Alasino presentó un proyecto para poner fin a todas esas trabas que impedían es desarrollo de esta industria fuera de la zona de Cuyo.

            La ley fue promulgada en 1993, de esta forma Entre Ríos vuelve a tener viñas, aunque no vinícolas. Pero las puertas de la producción están abiertas y tal vez, algún día, podamos reflotar esta actividad floreciente que caracterizo durante muchos años a nuestra región

La historia de un obsequio que llegó entre las ropas de un baúl

 

Con 19 años Pascual Harriague llego al Uruguay en 1838.

Tannat: se trata del vino varietal que inició la producción vitivinícola nacional a  escala comercial y nos ha traído cosechas de premios en todo el mundo.

En la década de 1970 se inició la reconversión de la variedad con cepas importadas de Francia provenientes de una selección clonal libre de virus.

En suelo oriental, el carácter original del tannat se atemporó. Por eso nuestros viñedos son diferentes a los de Madiran. Más amables y menos tánicos, maduran mucho antes y no requieren tanto tiempo de crianza.

En 1860 se vinculó a la vitivinicultura, actividad que lo haría pasar a la historia junto con otros propagadores de cepas vitiviníferas como Vidiella, portal y Varzi.

El sueño de don Pascual Harriague era buscar una variedad que le permitiera elaborar un vino tinto semejande al Burdeos.

En 1872, junto con Rivas, otro entusiasta de la experimentación de la vid en Uruguay, estaban por desistir porque no habían encontrado las variedades que pudieran satisfacer las necesidades de la viticultura.

Harriague viajaba a Concordia y en uno de esos viajes conoció a un comerciante de nombre Virneau.

Don Pascual y Rivas le presentaron el problema que tenían, Virneau aconsejándoles que no desistieran del esfuerzo, les comentó que en Concordia había un zarzo con una variedad que producía muy buen vino. Luego, los puso en contacto con Juan Jáuregui, alias ¨Lorda¨, que tenía un hermano que era capataz en el viñedo de un noble.

Cuando Jáuregui emigró a América, su hermano le obsequió unas varas que envolvió muy bien dentro de sus ropas, las puso en un baúl y las trajo consigo.

Fue así que esta variedad de vid llegó a Concordia.

Pascual Harriague se dirigió a la quinta de ¨Lorda¨ y este le obsequió catorce varas que luego fueron plantadas y multiplicadas en Salto.

Aunque en Concordia se la conocía con el nombre de lorda, la cepa tannat tomó en nuestro país el nombre de Harriague, su cultivador y real iniciador de la viticultura uruguaya.

            Una epidemia de filoxera, que asolaba a los viñedos del mundo también llegó a Salto a fines del siglo XIX se promulgó la primera ley vitivinícola del país con la finalidad de reconvertir el sector.

            Diez años después, en busca de alivio a sus dolencias de salud, Harriague regresó a Francia, donde murió el 14 de Abril de 1894, en París, acongojado por los devastadores efectos del a plaga sobre sus amados viñedos.

 

 

 

 


PUERTO

            El movimiento comercial de Concordia, tuvo uno de sus más sólidos puntales en el puerto local. Antes de 1904 se contaba con otros lugares que desempeñaron el mismo papel. Un de ellos fue el llamado Palvecino en la zona de San Carlos. Allí se emplazaron oportunamente, los hornos de ladrillo de los Arizabalo y, luego el saladero chico de los hermanos De la Cruz.

Con anterioridad a la inauguración del puerto actual había un servicio regular de vapores de carga y pasajeros en Buenos Aires y Salto. Los vapores de pasajeros transportaban, además, encomiendas y correspondencia.

            Siempre con anterioridad a la inauguración del actual puerto, los barcos anclaban en medio del río y sus pasajeros y equipaje eran recogidos en un lanchón accionado por un remolcador.

            El servicio fluvial nacía en Buenos Aires y terminaba en Salto. Por lo tanto, la nave hacia escala en todos los puertos de uno y otro lado del río Uruguay.

            Al habilitarse el puerto actual, hubo un gran incremento en el movimiento de  carga y pasajeros. Concordia, por  su estratégica ubicación, resultaba ideal para la distribución de mercaderías en una amplia zona del interior. La influencia del puerto se hizo notar, entonces, Villaguay, Villa Federal, Feliciano, La Paz, Federación, Chajarí, provincia de Corrientes y hasta el Paraguay por Posadas-Encarnación. A la inversa, de todos estos puntos llegaban efectos para ser embarcados en nuestro puerto con destino a Capital Federal.

            Como nuestro puerto estaba habilitado para exportare importar, y aquí se abonaban los respectivos derechos aduaneros, Concordia llego a ocupar el cuarto lugar en el país en lo que se refiere a recaudaciones aduanera, después de Buenos Aires, Rosario y Bahía Blanca.

            Era común entonces, observar la descarga de mercaderías que llegaban directamente del exterior.

            Por ejemplo, aceite de oliva, quesos, frutas secas, vinos, champange, perfumes y licores, aceitunas, cascos, sal gruesa, alpargatas, sidras, telas de uso domestico de Italia, Francia, España y Portugal;  jamones, whisky, dulces y mermeladas, golosinas, casimires, productos industriales y carbón de piedra, de Inglaterra;  artículos para carpintería, motores a explosión y eléctricos, de Alemania; sanitarios, tractores, arados , cosechadoras, molinos y automóviles, de Norteamérica.

             De Suecia y Noruega, además del consabido bacalao en cajones, procedía en grandes partidas de cemento portland en barricas de madera de 180 Kilos cada una; de la India se importaba casi toda la arpillera.

            Después de una época de esplendor, nuestro puerto – como todos los de río Uruguay- entró a mermar sus actividades por diversos factores que conspiraron contra su buena marcha. Una  medida del gobierno, por la cual se dispuso que ningún barco de bandera Argentina podía tocar puertos Uruguayos, ocasionó el primer contratiempo. Posteriormente, hubo una alteración en las tarifas. Más tarde surgieron problemas de índole sindical y hasta se registro una huelga marítima muy prolongada, durante la primera presidencia de Hipólito Yrigoyen. Esto trajo la paralización de los puertos y el amare de la flota, que inicio así su destrucción. 

 

 

 

 

 


PALACIO ARRUABARRENA

En 1838, el país estaba gobernado por el Gral. Juan Manuel de Rosas y Entre Ríos convulsionado por luchas internas.

Los campos y los poblados sufrían continuos saqueos y los asentamientos indígenas que aún permanecían en nuestra tierra, comenzaron una emigración obligada, encabezada por el cacique Manduré, con el fin de evitar las levas practicadas por el ejército a causas de las guerras civiles.

Es por aquella época que el nombre de Arruabarrena, comienza a ser conocido.

Juan Bautista Arruabarrena (padre}, llegó al país ese año. En Buenos Aires trabajó de empleado en un comercio, y luego se trasladó a Gualeguaychú donde estableció un almacén de ramos generales.

A 23 años de permanencia en la zona, y merced a su esfuerzo, logró adquirir un campo de 6.300 has. de extensión.

Falleció a los 75 años, dejando conformada una familia de 12 hijos, y es al mayor de ellos que nos vamos a referir. Llevaba su mismo nombre y desarrollaba la misma actividad.

 Descripción técnica del inmueble

Durante las primeras décadas de este siglo, se construyeron en Concordia un buen número de grandes residencias pertenecientes a la creciente burguesía local que adoptaba algo tardíamente usos y costumbres de las altas clases porteñas.

El Palacio Arruabarrena es sin dudas, el más importante ejemplo de ellas en la ciudad y una de las más valiosas entre las de su tipo en la provincia.

La inspiración de construir una casa de tan espectacular arquitectura, nació de un viaje a Francia realizado por Don Arruabarrena, quien quedo impresionado por el señorío de la vivienda donde permaneció durante su estadía en ese país. De este modo, trajo a concordia los planos de aquel edificio y algunos arquitectos, para que construyeran aquí un palacio de similares características.

La obra se inicio en 1916, y fue dirigida por el Arquitecto Gabriel Dulin y el constructor Luis Pepey.

La idea rectora q dio origen al inmueble efectúa un optimo uso del terreno, retirándose de la línea municipal y aprovechando estratégicamente la esquina que da hacia el espacio abierto de la Plaza Urquiza.

La fachada de mayores proporciones y valor decorativo, resulta de un estilo netamente ligado al clasismo francés, y se encuentra ubicada frente a esta plaza. Se puntualiza el ángulo con un significativo acceso y una mayor altura en el coronamiento formado por la mansarda.

A partir de este cuerpo, la composición gira y se completa en lo que parecen dos alas complementarias, que dan hacia las calles Ramírez y Entre Ríos. Dos imponentes piezas escultóricas hacen las veces de rotula. Si se observa la planta, se advertirá que los cuerpos no son tales,  sino que se trata de un volumen mas o menos compacto. El jalón visual de la esquina señala el acceso a través de una escalera realizada en mármol de Carrara, la cual permite ingresar a un espacio intermedio o galería.

Se compone de dos plantas principales y dos de servicio. Se ingresa a la planta principal a través de una escalera de mármol exterior, de allí a través de un zaguán se llega al hall central de entorno elíptico y doble altura. En torno a este gran hall está la gran sala, el comedor, el escritorio, la "Petit Sala", la sala de música, y un gran baño.

Enfrentando el ingreso está la escalera principal de madera con trabajada baranda, que lleva a la planta alta.

La segunda planta la ocupaban dormitorios y cuartos de vestir, agrupados en tomo a una galería que balconea sobre el hall de planta baja.

La planta a nivel del suelo es de locales de servicio, cocina y dependencias. Una cuarta planta es ocupada por los dormitorios de servicio y el espacio que generan las mansardas.

Una escalera secundaria y un ascensor unen los cuatro niveles.

La fachada posterior es simple, junto a la medianera norte existe un ingreso vehicular bordeado de palmeras en su primer tramo, una serie de muros tornan íntimo este patio. Las construcciones agregadas y el parcelamiento de los terrenos que conforman la huerta, definen una nueva estructura espacial.

En 1926 falleció Don Juan Bautista Arruabarrena, y unos años más tarde su esposa, Dominga De La Cruz. Cuando esto sucedió los herederos vendieron la casa al gobierno nacional, y fue así que se instaló el Comando de la 11° Brigada de Caballería hasta su traslado a la ciudad de Paraná.

A punto de ser demolido, en el año 1973, y a pedido de los ciudadanos concordienses, el Intendente Dn. Fernando Méndez Graff inició los trámites para permutarlo recuperándose así este importante patrimonio arquitectónico.

Por decreto No 21.448 de 13 de enero de 1984, el entonces presidente municipal, Dr. Jorge Pedro Busti, destinó el edificio sede del Museo Regional Municipal, creado por aquella misma norma, lo que artificio el honorable concejo deliberante, sala de sesiones, 16 de febrero del mismo año.

Restauración
Se encontraron deterioros de distinto origen y gravedad, a partir de los cuales se establecieron urgencias y prioridades de trabajo.

Los deterioros más importantes derivan de las filtraciones de agua, de lluvia o de humedad a través de las decadencias de los desagües pluviales y otras aislaciones hidrográficas por falta de mantenimiento, molduras cornisas y ornamentos exteriores, tanto como cielorraso, revoques, revestimientos y ornamentaciones interiores, pisos y carpintería han sufrido graves daños por esa causa.

Otros vicios, sobre todo en los espacios interiores, son los resultados de arreglos de compromiso que anteriores habitantes realizaban sin preocupación de la integridad original de la casa, también por falta de cuidado, se han perdido muchos elementos originales de iluminación, herrajes, revestimientos, etc. que han desaparecido por robo o vandalismo.

En función de la urgencia y agresividad, los primeros trabajos de la obra encarada son relacionados con las filtraciones de agua de lluvia, de lo que se ha realizado solo una pequeña parte.

Se iniciaron también ensayos para restauración de materiales de frente y recuperación de molduras de yeso, ejecución de moldes para vaciado de piezas perdidas, eliminación de pinturas sobre yeso y madera, restauración escalera principal, etc.

De cada trabajo en ejecución se han realizado solo pequeñas partes. Su continuación y completamiento, como también de otros trabajos importantes que ni se han comenzado, dependen de algunos tipos de asistencia económica.

PLAZA 25 DE MAYO

De acuerdo al decreto fundacional de la Villa de la Concordia, la Plaza debía tener otra estructura diferente de la que se construyo.

En un principio la plaza poseía vegetación de especies autóctonas. Luego fue cercada con alambres y cadenas, y se plantaron árboles en su periférica como ornamentación.

En 1850 se construyó en el centro de la plaza un pirámide de cartón, madera y lienzo para festejar el santo cumpleaños de Urquiza. La plaza estaba rodeada en forma circular con banderas federales y guirnaldas en forma de laurel.

Un año después, por iniciativa de varios vecinos, se levanto en su lugar una columna, en su cúspide se colocó el busto de Urquiza, de mármol.

Cuadro de texto: Antigua Plaza 25 de mayo
Permaneció en el lugar hasta el 11 de abril de 1871, cuando durante una tormenta, cayó un rayo sobre el busto, destruyéndolo. Sobre la columna se colocó, tiempo después, la estatua de la libertad construida de tierra romana y que sostenía en una mano un escudo y en la otra un libro.

  A estar de la Ordenanza Municipal aprobada en sesión del Concejo Deliberante “...se decide construir en la columna central que ornamenta la plaza 25 de Mayo, un reloj solo en la forma mas conveniente para la utilidad de la comunidad...”
Fue construido en 1876, era de mármol con números romanos esculpidos en bajos relieves.

En el año 1875 para completar la ornamentación, se resuelve la adquisición de 12 bancos de pinos. Cerca de la columna había un pequeño mástil donde se izaba la bandera en los actos.

En diciembre de 1906 la columna fue demolida.

El 24 de mayo de 1851 el historiador Antonio considera que era el primer monumento erigido a Justo José de Urquiza.

Se levantó luego en el centro de la plaza un basamento de mármol.

La vegetación de la plaza sufrió cambios. Así se reemplazaron lo semáforos que rodeaban su entorno por palmeras dátiles en los años 1920-1924.

En 1944-1945 también se plantaron cedros.

A lo largo del tiempo se fueron incorporando diferentes monumentos.

El monumento niño pescador (1948)
El monumento a la madre (1957)
El 10 de diciembre de 1997 se hizo la ultima reforma de la plaza, que en sus primeras épocas fue llamada  “Plaza Principal


PLAZA URQUIZA

La primera mención de esta plaza trata del año 1857, en el que una correspondencia del general Urquiza la llama “la cuadrada”. Luego en 1862 pasa a llamarse “plaza nueva” (para diferenciarla de la plaza 25 de mayo).

            En 1862, se procedió a nivelarla ya que el creciente progreso la había convertido en un punto importante de la zona. En 1873 el consejo deliberante la denomino “plaza Independencia”. Para evitar que los animales entraran se decidió alambrarla y realizar tarea de forestación.

             En 1875, por un proyecto el concejal Costa, el consejo aprobó el cambio de denominación, designándola como “Plaza Ituzaingo”, en conmemoración de la batalla contra Brasil.

            En 1835, el departamento ejecutivo fue autorizado a dotarla de árboles, plantas de adorno, etc.

La construcción de veredas y cruceros, esto pudo concretarse en 1893 y en el centro de ella se construyo un circulo de 30  metros. Donde se instalo un mástil. En 1919-1920 en ese mismo centro construyeron una fuente, dicha fuente fue costeada en forma particular por el presidente municipal quien trajo el modelo de Europa.

En 1938 sobre calle Entre Ríos se coloco un mástil. Se inauguró el 9 de Julio de ese año, y para el acto inaugural vino el presidente de la nación quien izó la bandera con el presidente municipal.

Con posterioridad la plaza paso a llamarse “Plaza Urquiza”.

CONCLUSIÓN

Para muchos especialistas los grandes movimientos culturales, han estado generalmente sustentados por una sólida identidad cultural. De esta manera la identidad se basa siempre en las particularidades de la estructura social en las que se desarrolla la cultura, que si la entendemos como “la forma de vivir en sociedad que suministra a los miembros de una sociedad la guía indispensable para todos los momentos de su vida”, podemos concluir que una sociedad pretende elaborar un proyecto cultural, deberá crear nuevas estrategias de desarrollo que tengan como punto de partida su propio patrimonio cultural.

A través de varios meses de investigación llegamos a la conclusión de que nuestra comunidad de Concordia tiene grandes posibilidades de lograr un gran desarrollo local a partir de la unión en un proyecto común entre nuestro patrimonio cultural, histórico, arquitectónico, arqueológico, paisajístico, ambiental, y el turismo.

Ahora bien, para poder lograr el desarrollo turístico de Concordia, tenemos que tener en cuenta la percepción que tienen los habitantes de la ciudad, y sus dirigentes. El hecho de poseer ciertas características que nos identifican y nos integran, a pesar de las diferencias y particularidades, nos convierte en un lugar único. La valoración de este capital es lo que nos convertirá en una comunidad preparada para crecer en la actividad turística.

            La conservación y promoción de este capital natural, histórico y cultural se hereda y reclama la atención de diferentes disciplinas y actores sociales, propiciando acciones y programas coordinados entre el Estado, las asociaciones intermedias y la sociedad.

            Todo esto debe llevar a que Concordia valore su identidad cultural y pueda encontrar una nueva alternativa económica importante, no sólo porque proporciona divisas y ocupación productiva a una amplia red de profesionales, técnicos y operarios, sino también por las grandes perspectivas que puede desarrollar una comunidad que trabaja, imagina y construye conscientemente su identidad, a partir de su propia historia.

De esta manera y a través de entrevistas realizadas a funcionarios como la secretaria de turismo de nuestra ciudad de Concordia Ma. Teresita Van Strate de Domínguez, a especialistas en turismo y en patrimonio cultural; de encuestas, talleres y otras actividades como el análisis de decretos y ordenanzas de nuestra municipalidad sancionadas por el honorable consejo de deliberante de la ciudad de Concordia hemos concluido que el rescate turístico de nuestro patrimonio cultural es esencial para el desarrollo económico de la comunidad de Concordia

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SAN CARLOS Y SAINT EXUPÉRY

‘El Parque Rivadavia, ubicado al noroeste de Concordia Entre Ríos; ocupa un terreno de profundos valles entre una vegetación tupida de alturas redondeadas. En él, se observan las ruinas del Castillo San Carlos. Su clima cálido la vegetación característica es el monte con predominio de especies como ñandubay, espinillos”.(1)
El Palacio San Carlos, es un lugar de misteriosas historias y leyendas. En el siglo pasado, en la “Concordia aldea”, Deslumbraba el señorío, del marqués del Zaz Caballero.  Había llegado de Málaga en compañía de su esposa, Doña Lucía Bretón.

            Pero un día corrió la voz de que el matrimonio se marchaba. Habían vendido su fábrica de conservas a un francés recién llegado, gente de mucho dinero que arribaron en un barco propio, con gran séquito.

            Y así fue: el marqués se marchó. Y en su lugar quedó el Conde Eduardo De Machi, hijo de un acaudalado banquero francés.

            Eduardo De Machi era acompañado por su esposa y un hijo de corta edad. Inicialmente se alojaron en el hotel del pueblo, donde hoy se levanta el Hotel Colón. Más tarde vivieron en una casa situada en el solar comprendido entre las calles 1ro de Mayo y Rivadavia. Y posteriormente se trasladaron al paraje conocido como San Carlos, donde construyeron el palacio, que actualmente se ven sus ruinas.

            “Esas tierras pertenecieron primitivamente a Don Félix Britos, que las vendió al Gral. Don Manuel Antonio Urdinarrain, éste a Don Domingo Durante Mansores quien “de palabra la vendió” al Gral. Urquiza”. Fue entonces cuando las adquirió el Conde De Machy. Con posterioridad pasaron al poder de la firma R. de Coulon y Cia., luego a Don R. Lixklett, quien las vendió a la Sociedad Rural de Concordia y ésta las transfirió a la Municipalidad, la que es su actual poseedora.

            El Conde De Machi hizo construir de inmediato un palacio que le serviría de alojamiento.        “Un día sereno, de mucho sol, el conde  De Machy se marcha con su dama en barco propio. Fue en 1891. Nunca  mas se supo de él. Los señores Culon y Cía. se hacen cargo, de las existencias de San Carlos, hasta 1893, en que también deciden abandonar el lugar para regresar, posiblemente a Francia”.

            La familia Fuchs Valón había alquilado por el término de 30 años, a la Municipalidad de Concordia, el palacio de San Carlos, nombre por el cual era conocida dicha construcción. La familia en cuestión era la formada por Georges Fuchs Vallon, industrial francés. Las hijas se llamaban Suzanne y Edda Fuchs Vallon de 16 y 9 años, respectivamente. Durante los años que la familia Fuchs Valón estuvo alojada en el castillo tuvo como huésped al escritor y aviador Saint Exupéry, quien nació el 29 de junio de 1900 en la ciudad francesa de Lyon, y murió el 31 de julio de 1944.

            Es en el servicio militar donde se cumple su anhelado sueño: aprender a pilotear. Antoine tenía 21 años y estaba casado  con una chica llamada Lousie de Vilmorin. La familia de su amada se negaba a que vuele, lo querían cerca de una empresa, realizando tareas contables. Antoine  rompió su matrimonio con Louise. Los sueños eran mas fuerte que su amor.

Trabajó en una empresa de camiones y juntó de a centavos para poder pilotear. Más tarde consiguió trabajo en una empresa de correos. Pero un día tuvo que visitar un lugar que nunca había pensado recorrer por el aire: la Argentina.

Como piloto llego a la Argentina el 12 de octubre de 1929. Anclado en su oficina de la calle Reconquista, paseaba por la calle Florida y se preguntaba: “como podrá la primavera abrirse paso a través de tantos metros cúbico de hormigón”.

“No había descubierto la otra Buenos Aires, la del barrio, la de la tranquilidad y los chicos jugando a la pelota en la vereda”. “Se reconcilia con Buenos Aires cuando lo conoce cuando se hace amigo de los mecánicos y los pilotos”, aclara.

Exupéry se engrandecía en las dificultades. Y llevo acabo su misión. Compro los terrenos donde actualmente hay aeropuertos, hizo los edificios, inspecciono la Patagonia y encontró las mejores rutas. Así lo organizo las líneas aéreas que unen comodoro Rivadavia con Río Gallego.

Fue también en Buenos Aires donde conoció a quien luego fue su esposa. En una fiesta, en casa de un compatriota, Benjamín Crémieux, conoció a Consuelo Suncín, viuda de un periodista argentino, y su enamoró rápidamente. El Exupéry había invitado a su futura mujer a un vuelo junto a el sobre el río de la plata.

Su vida social era escasa: lo recuerdan como un hombre reservado, de carácter fuerte y decidido, severo pero con frecuentes desbordes de ternura y cordialidad.  
El piloto volaba en de Buenos Aires a Monte Caseros y meditaba sobre la posibilidad de encontrar entre los dos sitios un lugar de aterrizaje alternativo. De golpe, divisó en las llanuras entrerrianas el lugar indicado, desde el aire parecía perfecto y se decidió a aterrizar. Experimentado aviador no temió ningún percance, pero no tenia en sus cálculos a una simple vizcachera que al aterrizar le rompió las ruedas de su avión. Exupéry no se asusto. Observo a lo lejos a dos niñitas. Cuando se acercaron al avión, se dijeron entre ellas y en Francés, esperando que el piloto no entendiera: “¡Que imbécil! Mira lo que hizo”. El piloto, que estaba de mal humor,  les grito (también en francés): “¡váyanse a buscar a sus padres inmediatamente!”.

            Él espero ayuda sentado en su avión.

            Grande fue su sorpresa al ser socorrido por un francés: el señor Fuchs Valon. El hombre vivía con su familia en un palacio que aun se encuentra –sus ruinas- a orillas del Río Uruguay, en Concordia, y que sirvió de alojamiento para el accidentado Exupéry.

 

 


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